El Juez Único de Competición de la Federación Española de Fútbol ha acordado sancionar con una multa de mil euros al Manzanares FS por los insultos racistas de su público hacia los jugadores de la UA Ceutí FS en el partido de la duodécima jornada de la Segunda División de fútbol sala, disputado el pasado sábado en el pabellón Antonio Caba.
El encuentro tuvo que ser detenido en dos ocasiones por los árbitros en el transcurso de la segunda mitad por los gritos de “moros” contra los jugadores unionistas que se escucharon desde la grada, según reflejaron los colegiados en el acta del partido. Los árbitros advirtieron que de repetirse esta actitud darían por suspendido el partido, algo que no llegó a suceder.
El Manzanares presentó alegaciones y unas imágenes de vídeo para intentar probar que sus aficionados no profirieron esos insultos contra los visitantes. El Juez de Competición admite dichas imágenes no permiten distinguir con claridad qué es lo que manifiesta el público desde la grada. “En cualquier caso, de lo que no hay duda, es de que las meritadas pruebas en ningún caso pueden sustituir el criterio arbitral, que además de tratarse de una opinión cualificada, es emitida tras haber presenciado los hechos. No cabe duda de que serían posibles otras interpretaciones y resultados diferentes, pero ello no supone que lo redactado en el acta sea inverosímil o manifiestamente imposible, y por tanto, deba considerarse un error material”, ha expuesto el Juez Único, que ha resuelto que “al tratarse de un incidente de público que ha perturbado de forma reiterada el desarrollo del encuentro, provocando en dos ocasiones su suspensión transitoria” acuerda sancionar al Manzanares FS con una multa de 1.000 euros por la incidencia de “represión pasiva de conductas violentas, xenófobas e intolerantes”.
Contra esta resolución cabe interponer recurso ante el Comité de Apelación de la RFEF en el plazo de diez días desde su notificación.