El Ceuta es un equipo con una clara vocación ofensiva, pero en cualquier categoría para estar arriba también es necesario defender bien y encajar pocos goles. Los caballas, que habían recibido 9 goles en las primeras seis jornadas, han mejorado en la faceta defensiva al encajar un solo tanto ante el Córdoba B, Betis Deportivo, Arcos y Conil sumando ocho puntos de 12 posibles.
El Ceuta ha vivido tranquilo en estos partidos porque sus rivales han llegado a las inmediaciones del área. Con la portería a cero el equipo de José Juan Romero gana muchos enteros, para sumar los tres puntos al contar con argumentos suficientes para generar ocasiones y transformarlas en gol.
El meta canario, que ha jugado los 10 encuentros de Liga completos, vio el domingo perforada su portería después de 330 minutos imbatido. Ante el Conil poco pudo hacer ante el gran testarazo de Heredia, que dos minutos antes había sustituido al lesionado Cornejo, que entró por la escuadra derecha. El gol no afectó al resultado porque el Ceuta fue superior al equipo conileño y se impuso por 3-1 en el Alfonso Murube.
Profesión de riesgo
Con el estilo de José Juan Romero el portero tiene que dominar el juego con los pies y asumir riesgos, al igual que los defensas al sacar el balón jugado desde atrás sin recurrir al balón en largo, al fútbol directo.
El Ceuta defiende con el balón, pero cuando no lo tiene debe ser un equipo solidario, que presione para recuperarlo lo antes posible y lo más cerca del área rival.
A los centrales se les pide concentración y eficacia en los balones aéreos y divididos, David Castro, además de iniciar el juego con su innegable clase, debe estar bien colocado para parar las contras y los interiores sacrificarse cuando dos laterales tan ofensivos como Benji y Jalid cruzan el centro del campo para llegar a la línea de fondo.