Los dirigentes de la A.D. Ceuta FC han vuelto a protagonizar este sábado una bochornosa e intolerable actuación al vetar la entrada al estadio Alfonso Murube a periodistas de RTVCE, la agencia nacional de noticias Área 11 y Ceuta Deportiva, a pesar de estar debidamente acreditados para cubrir el partido entre el equipo blanco y el C.D. Mairena.
Si hace dos semanas el presidente oficial del club, Pepe Gil, ya hizo el ridículo al llamar a la Policía Nacional para que desalojara, sin éxito, de la cabina de prensa a los profesionales que estaban realizando conexiones en directo para Ceuta Deportiva Radio, en esta ocasión el dirigente ni se ha atrevido a dar la cara. Sin recibir explicación alguna, los informadores hemos sido ‘invitados’ a presenciar el partido desde la grada de Gol, previa presentación del carnet profesional de periodista, mientras que al resto de compañeros de otros medios sí que se les ha permitido acceder a Tribuna, como es habitual, para realizar su trabajo.
El coordinador de la empresa de seguridad privada contratada por el club y una vigilante han sido los encargados de comunicarles a los periodistas que no aparecían en el listado de medios acreditados que obraba en su poder. Todo ello, a pesar de que RTVCE, Área 11 y Ceuta Deportiva se habían acreditado convenientemente para el partido, siguiendo las indicaciones del jefe de prensa del club, Víctor Fernández, quien el lunes de la semana pasada comunicaba a los distintos medios la insólita medida de tener que volver a acreditarse para cada encuentro en casa, ya que quedaban anuladas las credenciales expedidas por el club a principio de temporada.
El jefe de prensa, requerido por los periodistas, ni estaba en el estadio para dar explicaciones, aunque telefónicamente les ha confirmado que él sí había tramitado sus solicitudes de acreditaciones. Ningún directivo ni empleado del club se ha acercado a la puerta. Nadie ha dado la cara, ni Pepe Gil ni quien maneja el club en la sombra, José Antonio Muñoz ‘Angelín’, para más inri, editor del diario El Pueblo, cuyo redactor, por cierto, cubre los partidos desde un palco.
Ante este panorama, los periodistas hemos decidido acceder a la grada de Gol-General para cubrir el partido y no ocasionar un perjuicio a nuestros respectivos telespectadores, oyentes o lectores. Todo ello pese a la incomodidad de tener que trabajar en una grada al descubierto, a los que hay que sumarle que tampoco hemos tenido acceso a las alineaciones de los equipos que facilita el club antes de cada partido a los distintos medios de comunicación. Mientras tanto, las cabinas de prensa permanecían vacías.
Evidentemente, pensamos adoptar las acciones que estimemos oportunas tras este nuevo atropello al derecho a la información y la libertad de expresión. Porque lo sucedido, aunque nadie del club se haya atrevido a dar explicaciones, es una evidente represalia hacia los periodistas de RTVCE y Área 11 porque también colaboran con Ceuta Deportiva. Los responsables de la A.D. Ceuta FC, en desacuerdo con informaciones y opiniones vertidas en este medio –el único, por cierto, que informa con conexiones en directo tanto de los partidos de casa como los de fuera-, han decidido boicotear nuestro trabajo. Aunque la medida no es nueva, ya que hay al menos otros dos compañeros a los que el club también les ha retenido sus acreditaciones por no comulgar con sus opiniones.
Al margen de las acciones legales que se estimen oportunas, denunciaremos estos hechos ante la Asociación de la Prensa de Ceuta, la Federación de Fútbol de Ceuta, a la que está adscrita la A.D. Ceuta, y la Consejería de Deportes de la Ciudad Autónoma, gracias a cuya subvención –es decir, el dinero de todos los ciudadanos- subsiste el club ceutí.
De momento, esta vez también, Ceuta Deportiva, que evidentemente no está cometiendo ninguna ilegalidad, ha informado puntualmente en directo desde el estadio, fundamentalmente por respeto a la audiencia y, en particular, a los muchos ceutíes que residen fuera de la ciudad y quieren saber cómo marcha el partido de su equipo. Seguidores a los que, sin embargo, desprecian los responsables del club. Y hoy hemos vivido una nueva demostración.