La actividad de zumba es una de las que ofrece el ICD para adultos

Los monitores de actividades para adultos del Instituto Ceutí de Deportes se están planteando acudir a la huelga si sus reivindicaciones no son escuchadas. Unas reivindicaciones que pasan por una mejora de sus condiciones laborales y económicas después de que en los últimos siete años sus salarios hayan permanecido congelados, explican, a pesar del incremento en el coste de la vida y de las subidas que se han venido fijando por parte del Gobierno de la Nación en el Salario Mínimo.

Una denuncia que han decidido trasladar a los medios de comunicación después de que tanto desde la administración como desde la empresa a la que se contrata este servicio “echen balones fuera”, señalándose la una a la otra.

“Desde la empresa lo que nos dicen es que la subida salarial hay que exigirla al ayuntamiento”, explica una de las afectadas, señalando que en total son seis los trabajadores afectados, aquellos que imparten las clases de zumba, mantenimiento, pilates, yoga, easy line, aerodance, multideportiva, gimnasia correctiva, ERR y tábata. Actividades todas ellas con un éxito comprobable, tanto por las listas de espera existentes para participar en las mismas como por el aforo sobrepasado en algunas de ellas.

Pero no solo las condiciones económicas suponen un problema para estos trabajadores. Así, han recordado, todos ellos son fijos discontinuos, “se nos suspende el contrato en junio y no cobramos hasta septiembre”, y señalan que, al contrario que sucede con quienes trabajan para el ICD, “no nos pagan los festivos” y “cobramos solo por hora de clase dada”. Además, denuncian, se les ha bajado la categoría laboral, siendo anteriormente 3 y a ahora 5. Una situación que no es nueva y que ya se daba con anteriores empresas que han licitado y a las que se ha adjudicado este contrato pero de la que ya están hartos porque les impide desarrollar un proyecto de vida con normalidad ya que, ahora mismo, con una percepción de 11 euros por hora de clase dada, “nos vemos obligados a pluriemplearnos para no perder poder adquisitivo”, señalan.

Estos trabajadores, además, han subrayado que “con el paso de los años hemos conseguido que la escuela del ICD funcione a la perfección”, como muestran los datos de ocupación y los centenares de interesados en lista de espera, lo que implica “el buen funcionamiento y la estabilidad que estos monitores y su coordinadora han dado a la escuela del ICD”.