La Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS), tras la decisión unánime adoptada por la junta directiva en su última reunión de del pasado 8 de mayo, ha presentado ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) un extenso informe solicitando, de conformidad con el artículo 8.e) de la Ley 10/1990 de 15 de octubre, del Deporte, la calificación como competición de carácter profesional, al entender que se cumplen “sobradamente” los requisitos para obtener tal reconocimiento.
La LNFS, creada en 1989, recuerda que sus clubes, de Primera y Segunda División, mantienen una relación profesional y que ha conseguido que la competición adquiera gran relevancia económica, tras la venta de los derechos audiovisuales de los encuentros de la competición hasta la temporada 2022/2023, a través del cual la asociación garantiza unos ingresos superiores al millón de euros por temporada y un retorno mediático auditado por la empresa Kantar Media que oscila, dependiendo del club, entre los 3 y los 30 millones de euros.
A esto hay que unir también los ingresos por la venta internacional de derechos de televisión y los acuerdos por patrocinio que mantiene con JOMA, LaLigaSports, Futbar, RehabMedic, BeSoccer y Sierra de Cazorla.
Por último, la LNFS destaca que la competición oficial tiene una gran implantación social, ya que tras el último informe presentado por la RFEF en la temporada 2016/2017, el fútbol sala contaba con 117.633 licencias a nivel nacional. Además, la LNFS cuenta con cerca de 900.000 seguidores en sus perfiles de redes sociales y la media de espectadores de los partidos más vistos ronda los 300.000 espectadores.
A día de hoy, las únicas competiciones oficiales de carácter profesional reconocidas son la LFP y la ACB, y tras ellas, el fútbol sala, que aspira a encontrar su reconocimiento como competición profesional, con las obligaciones y derechos que ello conlleva.