El boxeador Ayoub Ghadfa, medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París y uno de los invitados en la Gala del Deporte que el ICD organiza este jueves en el Auditorio del Revellín, ha admitido que este resultado le ha “cambiado la vida” al dejar de ser un deportista anónimo. Ghadfa considera “un orgullo ser un referente de niños, personas que practican deporte y las que quieren empezar porque te han visto en la tele”.
El púgil, nacido en Marbella e hijo de marroquíes, ha señalado que su éxito es fruto del “sacrificio, el esfuerzo y la disciplina. Era un deportista anónimo porque nunca había ido a unos Juegos, del boxeo amateur u olímpico se habla de Olimpiada en Olimpiada. Ahora nos conocen, pero dentro de un año preguntarán quién es Ayoub”.
El medallista ha reconocido que la plata de París “ha cambiado mi vida, cuando vas a algún sitio y alguien viene y te pide una firma. A todos nos gusta”.
Ghadfa ha asegurado que su sueño es ser campeón del mundo profesional del peso superpesado. “Tengo la espinita de la medalla de oro, pero hay mucho conflicto y política dentro del boxeo amateur, que si lo van a quitar de los Juegos, que si no. Uno de mis objetivos sería conseguir una medalla de oro y también me gustaría ser campeón del mundo profesional”.
El boxeador, que tuvo que luchar en su día contra el racismo y el acoso escolar, ha animado a los más jóvenes a practicar deporte, sea cual sea. “Ya sea boxeo o fútbol, a los niños los motivaría a que luchen por sus sueños, que no se rindan, las cosas no vienen de la noche a la mañana, hay que dedicarle un tiempo, hay que ser disciplinados y luego puedes llegar o no llegar. Habrá gente que habrá entrenado o se habrá sacrificado más que yo y no habrá conseguido una medalla. El deporte es así, pero si tú lo das todo, las probabilidades aumentan y puedes conseguir tu sueño”.