Eder Mallo, durante el Nástic-Málaga de este sábado

El acta arbitral del Nàstic-Málaga va a acarrear duras sanciones para el equipo catalán y para jugadores como David Concha y Nacho González. Al lanzamiento de objetos al campo y el encendido de bengalas en las gradas, hay que sumarle todo lo reflejado en el acta sobre lo acontecido en los vestuarios, donde los árbitros recibieron graves insultos y amenazas.

Los tarraconense han enfocado su frustración por el desenlace del partido ante el Málaga, en el que perdieron el ascenso a Segunda en el último suspiro, en la actuación del colegiado Eder Mallo Fernández, al que acusan de no haber sacado ni una sola amarilla al Málaga y que alargase el partido hasta que llegó el gol visitante en el tiempo añadido de la prórroga.

Durante la prórroga, el colegiado detuvo el partido y ordenó a los jugadores de ambos equipos a irse a los vestuarios debido al lanzamiento de balones desde la grada y por la ausencia de éstos en algunos instantes.

Las marrullerías empleadas por los locales y el comportamiento indeseable de parte de su afición, como ya sucediera en la semifinal contra la AD Ceuta FC, le van a costar muy caras al club tarraconense.

El acta arbitral incluye un detallado informe en las incidencias de público, llegando incluso a tener que parar el partido en el minuto 113 de la prórroga y estando detenido durante siete minutos. Eder Mallo refleja que en el minuto 33 se lanzó una moneda de 20 céntimos en el área del portero visitante, en el 72’, tras el gol de Godoy, se observa el lanzamiento de un petardo sobre el campo y el encendido de dos bengalas en las gradas, y en el 113’ informa de que paró el partido durante siete minutos por lo siguiente: “Tras producirse el lanzamiento de varios balones desde la grada en el fondo izquierdo según miramos desde vestuarios (misma ubicación que los incidentes anteriormente mencionados). Tras este hecho, viendo lo perjudicial para el desarrollo normal del partido y los hechos acontecidos previamente, se procede a la retirada de jugadores y equipo arbitral a vestuarios. Estuvo detenido el juego durante 7 minutos, en lo que se comunicaba esta situación con coordinadores de seguridad, entrenadores y delegados, llegando a un consenso para continuar y a controlar los balones ubicados en la zona de cuarto árbitro. No se volvió a producir este tipo de lanzamientos, pudiendo finalizar el partido”.

También señala directamente el acta a dos jugadores locales: Nacho y Concha, ambos expulsados, al central en el 63’ por doble amarilla y a Concha ya en el 120’. De Nacho González señala en el acta que “tras la expulsión del Nº3 D. Ignacio González Ruiz, se dirigió al cuarto árbitro, encarándose hacia él y llegando a golpearle con su dedo índice en la zona derecha de su costado. Tras esto, se mantiene en boca de vestuarios, visible desde el terreno de juego, presenciando el partido y negándose a retirarse pese a las insistencias nuestras y del equipo de seguridad. Continuó increpándonos tanto al equipo arbitral como al equipo rival”.

A Concha lo acusa de agredir a uno de sus asistentes: “En el minuto 120 el jugador (23) Concha Salas, David, fue expulsado por el siguiente motivo: Por salir del área técnica gritando y gesticulando, protestando una de mis decisiones. Dirigiéndose a mi asistente número 1 en los siguientes términos: «Sois unos sinvergüenzas, hijos de puta». Negándose a retirarse a vestuarios. Previamente, le lanza el agua de una botella de 33cl vaciándola sobre su cuerpo”.

Por último, Eder Mallo relata todo lo sucedido una vez finalizado el partido, ya en los vestuarios. “Una vez nos encontramos en vestuarios, pudiendo acceder a ellos gracias a la ayuda de la fuerza pública, se producen multitud de incidentes en la puerta de nuestro vestuario”.

Insultos y amenazas

“Golpean con agresividad nuestra puerta en hasta 24 ocasiones”, asegura el documento arbitral, que recoge los insultos y amenazas que recibió el equipo arbitral: “Vais a morir”, “sinvergüenzas”, “tu hijo va a morir”, “ojalá os matéis”, “hijos de puta”, “que muera vuestra puta familia”, “tu puta madre”, “te voy a perseguir hasta el final, si tienes huevos baja (en 4 ocasiones)”.

“Llegamos a temer por nuestra integridad física, al ver cómo abrían la puerta y nos increpaban. La seguridad presente nos indica que les es imposible retirar y controlar a esta gente puesto que según nos dicen son varios directivos y propietarios del club”. Todo esto provocó que tuvieran que salir escoltados del Nou Estadi para garantizar su integridad.