José Juan Romero, entrenador de la AD Ceuta FC

El entrenador de la AD Ceuta FC, José Juan Romero, ha comparecido este martes en rueda de prensa para hablar del partido de Copa del Rey de este miércoles (Alfonso Murube. 21:00 horas) ante la UD Ibiza. “Vamos a intentar pasar la eliminatoria por lo que acarrearía, poder ganar nos supondría un golpe de moral muy importante y un premio, un regalo, sobre todo, a nuestra afición, que bien lo está mereciendo”, ha dicho.

A pesar de que el Ibiza es el colista de Segunda División, Romero tiene claro que hablar de un rival “asequible es complicado. Ellos es verdad que no están bien, pero llevan dos años en Segunda División y creo que están destinados a ir hacia arriba, y nosotros tampoco estamos para tirar cohetes en la competición. El rol, el favoritismo  es para ellos, pero esto es fútbol ya lo hicimos y lo vamos a intentar hacer”.

El técnico sevillano ha admitido que el factor Murube sí puede ser decisivo para equilibrar las fuerzas. “El público es soberano y es inteligente, y el de Ceuta nunca ha regalado nada porque ha sido exigente. Cuando Luhay llega, prácticamente tiene que empezar de cero, pero la etapa anterior del Ceuta fue muy importante, todos hemos visto a un Ceuta en categoría de bronce a nivel de querer subir. No es un público que no haya empatado con nadie, ha visto mucho fútbol de nivel y está sabiendo leer entre líneas todo. Les digo a los futbolistas que si en sus carreras se van a encontrar algo parecido, que en esta situación tengamos un público entregado, que termina el partido y nos ovaciona. El domingo con el uno a dos hubo unos momentos que no he sentido nunca en el campo, y eso nos tiene que dar un plus, no solo para este miércoles, sino para lo que queda de competición”.

Preguntado por la redacción del acta del árbitro del partido ante el Dépor, que reflejaba amenazas de muerte por parte del público, Romero ha dicho que no lo ha visto. “Tengo aún tan encendido todo mi cuerpo con lo que pasó que he preferido no verlo ni nada. No quiero darle más juego a aquello porque como me encienda... A medida que pasan las horas y ves más claro todo lo que vemos en el campo, aún más te entra una impotencia y una rabia que no tiene ningún sentido, igual que no lo tuvo el arbitraje”.

A Romero no terminan de consolarle los halagos de los rivales, como el Dépor, al juego de su equipo. “Al final, para el que está en el día a día, su recompensa llega el domingo y cuando haces las cosas tan bien y es unánime, no del partido del domingo, sino que ya van ocho o nueve partidos, uno que propone y quiere o admira el juego como es mi caso, te halaga, pero al final dice uno, a ver si nos dicen que somos muy malos y que hemos sumado los tres puntos”.