El filial de la AD Ceuta FC, que el pasado sábado lograba ante el Cabecense (0-1) su primer triunfo fuera de casa, vuelve a jugar este martes (Alfonso Murube. 17:30 horas) ante el Ciudad de Lucena, uno de los aspirantes a volver a luchar por el ascenso. Los ceutíes, crecidos tras su última victoria, aspiran a darle continuidad con otro buen partido ante un conjunto lucentino que no termina de arrancar.
Los blancos volverán a tener las bajas ya conocidas por lesión de David Doval, Chakir y Dani Muñoz. Este lunes han celebrado su última sesión preparatoria, en la que la novedad ha estado en la presencia ya de su último fichaje, el veterano portero sevillano Gato Romero.
El Ceuta B es séptimo con 7 puntos y el Ciudad de Lucena, undécimo con 4, pero Miguel Ángel Berlanga, entrenador del filial caballa, ha destacado que el equipo cordobés vuelve a tener una “grandísima plantilla, que lleva años intentando dar el salto de categoría. Ha tenido un inicio fuerte, con Recreativo y Utrera, pero nosotros no miramos la clasificación, solo los puntos que vamos sumando. Cuanto antes lleguemos al objetivo, más tranquilos vamos a estar y vamos a poder, si la categoría nos lo permite, mirar por estar algo más arriba”.
Berlanga apenas ha tenido tiempo de preparar este complicado compromiso. “Llegamos el sábado a la una y media de la mañana y a las nueve ya estábamos entrenando el domingo. Los chavales son para quitarse el sombrero, la mayoría no ha estado en una dinámica de un equipo profesional, están dedicados a ello y este tipo de semanas requiere un mayor esfuerzo por parte de ellos. Tenemos que darlo todo para que se queden los tres puntos en el Murube para ir desahogados el sábado a Rota”.
El Ciudad de Lucena, tras ceder ante el Utrera su segunda derrota liguera, tiene la duda de Salvi Blázquez.
Los de Dimas Carrasco, con ganas de sumar su segundo triunfo liguero, no se fían de un cuadro ceutí que no ha perdido aún en casa tras empatar con el Córdoba B en la cita inaugural y ganar al Tomares por 2-0.
Los aracelitanos necesitan dar un golpe encima de la mesa para mirar hacia los puestos altos de la clasificación.