Chakir, durante el Ceuta - Cabecense de esta temporada

Varios han sido los jugadores de la AD Ceuta FC que debido a sus lesiones no han podido disfrutar dentro del campo del ascenso del equipo a Segunda RFEF. Es el caso de Chakir Kaiouch que, recién operado del pubis, ni siquiera pudo viajar a Jerez a animar a sus compañeros. “Forcé e hice todo lo posible para ayudar al equipo hasta el ascenso, pero no pudo ser”, asegura.

“Ha sido un año complicado, a base de infiltraciones, forzando. En el partido de Lucena noté un crujido y supe que me había roto, hice todo lo posible para ayudar al equipo hasta el ascenso pero no pudo ser”, relata el extremo caballa, que fue operado hace un par de semanas en Sevilla.

Maqueda, Pablo García y Dani Muñoz, los otros futbolistas lesionados en el equipo blanco, sí pudieron  viajar con sus compañeros tanto a Lucena como a Jerez para animarlos desde la grada, pero Chakir tuvo que quedarse en casa convaleciente. “Te pones muy nervioso, y más que marcamos en el minuto noventa. Me puse a saltar y no sé si lloré de alegría o de dolor. Me alegro muchísimo de que el Ceuta esté arriba y por el equipo, que ha hecho un gran trabajo. Estamos donde nos merecemos, donde queríamos estar”.

Chakir recuerda lo difícil que ha sido la temporada para el Ceuta, aunque prefiere quedarse con los momentos de alegría desbordada por el ascenso. “Hemos sufrido mucho, la gente de fuera puede que no lo entienda, pero los que estamos dentro lo hemos pasado mal. Hemos escuchado de todo, pero ahora hay que disfrutar el momento”.

El jugador caballa, que de la mano de Sergio Lobera ya debutó hace diez años con la desaparecida Asociación Deportiva Ceuta en Segunda B, espera seguir defendiendo los colores del equipo de su tierra. “Ahora estoy pendiente de la pauta que me digan el traumatólogo y el fisio. Y con el club, tenemos que sentarnos a hablar del año que viene”.