El setenta por ciento de los clubes, 13 de Primera y 10 de Segunda –entre ellos al UA Ceutí- , han mantenido este martes una reunión telemática tras conocer el comunicado de la RFEF en el que supeditaba el comienzo de la temporada, fijado por esta inicialmente al 5 de septiembre en Primera División y el 19 de septiembre en Segunda, a la aprobación de un protocolo nacional por parte de los poderes públicos competentes.
Una decisión desconcertante que llena de incertidumbre a los clubes, que ante esta indefinición sobre el arranque de las competiciones han enviado a la RFEF un requerimiento para que en el plazo máximo de 48 horas les comunique si la competición tendrá inicio el próximo 5 de septiembre o responsabilizarán a la RFEF y le exigirán indemnización por los daños causados, además de denunciar el permanente trato de ninguneo que reciben desde la RFEF.
Los clubes planificaron su pretemporada de cara a iniciar la Liga el 5 y 19 de septiembre, fechas fijadas y comunicadas por la RFEF, y más de dos meses después de la conclusión de la temporada 2019-2020 no existe aún un protocolo elaborado por ésta, como sí ocurre en otros deportes, ni comunicación sobre el mantenimiento o no del inicio de la competición.
Según la LNFS, los clubes, que ya solicitaron a la RFEF retrasar el arranque de la competición ante el rebrote de la pandemia, han vuelto a ser ignorados por el órgano federativo y debido a esta falta de previsión están viviendo las consecuencias, encontrándose sin respuestas sobre su planificación deportiva de pretemporada, sin protocolos sanitarios, sin poder disputar partidos amistosos, al no contar con la autorización de la RFEF, y sin conocer la verdadera fecha del arranque de Liga, ni el calendario de emparejamientos. Los clubes no pueden presentar un proyecto serio a los patrocinadores, instituciones y aficionados, lo que repercute directamente en sus presupuestos y por ende a todas las estructuras del club y en los jugadores.
Deporte profesional
La LNFS solicitó el pasado mes de mayo al CSD el reconocimiento de deporte profesional, condición que evitaría la actual situación en la que la RFEF equipara al fútbol sala con el deporte amateur, calificándolo como competición profesionalizada, figura no contemplada en la Ley del Deporte. Además, sigue sin facilitar a día de hoy un protocolo para poner en marcha la Liga, tal y como sí han hecho las federaciones de baloncesto o balonmano, que ya se encuentran en plena pretemporada y disputando encuentros amistosos.
La LNFS ha recordado que desde su creación en 1989, lleva 30 años trabajando por y para el crecimiento del fútbol sala hasta convertirlo en un deporte con estructuras profesionales, generando importantes ingresos por publicidad y por la venta de derechos audiovisuales. Solo en Primera División, se televisaron 246 partidos en directo en la campaña 18/19, generando un retorno económico superior a 145.000.000 euros por temporada. Los clubes de la máxima categoría ya cuentan con unos presupuestos de cerca de 21.000.000 euros y todos los jugadores profesionales en sus plantillas.
Los clubes demandan a la RFEF, como responsable de la organización de la competición, que les provea de un protocolo sanitario Anti-COVID real que pueda cumplirse, con test para los jugadores, y que establezca el regreso de manera segura, para técnicos, directivos, resto de personas involucradas en el partido y para los aficionados.