Ezequiel Calvente reconoce que no están finos y tienen que mejorar ante el Sevilla C

Ezequiel Calvente ha repasado su carrera deportiva en el programa Club Deportivo de RTVCE, en la que tocó el cielo cuando siendo muy joven debutó en Primera División con el Real Betis, pero lo pasó muy mal al sufrir una pubalgia de grado 3 en su etapa en Hungría y el médico le dijo que probablemente no podría jugar más al fútbol. Ezequiel nunca se rindió, trabajó muy duro durante dos años, llegó a prueba al Ceuta, al que está muy agradecido, y vuelve a sentirse futbolista.

Del partido de Conil ha dicho que "queríamos los tres puntos, pero no se dieron las cosas como pensábamos, el vestuario está jodido, hay que trabajar esas pequeñas cosas para mejorar, que nos han impedido sumar los tres puntos en algunos partidos... Ahora a pensar en el Sevilla para dar un golpe encima de la mesa".

El Ceuta atraviesa una racha negativa lejos del Murube con tres puntos sumados en cuatro encuentros. "Fuera de casa intentamos hacer nuestro fútbol, hacer gol, los rivales ponen el autobús, y nos falta acierto, pero no podemos estar lamentándonos, tenemos que pensar en el Sevilla C, jugamos en casa y hay que sumar los tres puntos".

Pensar en nosotros

De la última jornada comenta que "es verdad que los resultados nos han beneficiado, pero no debemos pensar en los rivales, tenemos que centrarnos en nosotros, en mejorar esos pequeños detalles, como dice el Cholo ir partido a partido y que pase lo que tenga que pasar".

Al extremo, después de dos años sin jugar por una pubalgia de grado 3, le está costando ponerse en forma y coger el ritmo

De la grave lesión que sufrió señala que "fue muy duro para mí, había hecho un año muy bueno en Hungría, pero así es la vida, no me gusta recordarlo, son cosas que se pasan en el fútbol. ¿Por qué me marché a Hungría? Siempre quise jugar en Primera, aprender otras culturas. El médico me dijo que no iba a jugar más al fútbol, mi sueño siempre fue ser futbolista, ahora estoy en Ceuta muy contento, ese tiempo parado me ha ayudado para valorar más las cosas".

"Para mí ha sido volver a empezar. Estoy muy agradecido a Luhay y al míster, me siento como un niño chico, muy a gusto en la ciudad", añade.

Una lesión no lo podía retirar

Ezequiel reconoce que "me sentía perdido, toda mi vida la he dedicado al fútbol, tengo un hijo que le encanta decir que su padre es futbolista, he luchado hasta lo imposible, algunas operaciones hasta las he pagado yo, una lesión no me podía retirar",

El jugador del Ceuta tuvo la oportunidad de ser internacional con la selección española sub-19 y sub-20 junto a jugadores de la talla de Iker Muniain, Cristian Tello, Rodrigo, Koke o Isco. "Una experiencia muy bonita, sientes envidia sana de algunos compañeros que ahora están en la élite. ¿Qué me faltó? Era muy niño, la verdad es que no lo sé. Llegué del Mundial de Colombia, el Betis no contaba conmigo y me cedió al Sabadell, era muy joven y no lo llevé bien".

Vengo a sumar

Al jugador nacido en Melilla hace 29 años, pero granadino de adopción le está costando mucho entrar en el equipo caballa habiendo jugado tanto solo 96 minutos. "Vengo a sumar, estoy a muerte con el cuerpo técnico y el equipo, tengo que ir poco a poco, el día que fui titular (ante el Utrera) me lesioné, me gustaría encontrarme al cien por cien pero son dos años sin jugar. Es una categoría diferente para mí, lo bueno es que cada vez me encuentro mejor, cuando me toque jugar, trataré de ayudar al equipo".

El extremo admite que "no estamos en nuestro mejor momento y hay que darle la vuelta. Hace falta algo más, en los partidos no sale lo que hacemos en los entrenamientos, quizás nos metemos mucha presión, es lógico que el míster esté preocupado".

Del segundo filial sevillista, apunta que "es el equipo menos goleado, hay que hacer las cosas muy bien, mejorar en ataque, tenemos mucha ansia, y a veces nos precipitamos".