La entrega de trofeos, celebrada este sábado por la noche en el Salón Actos del Palacio de la Asamblea, ha cerrado la tercera edición de la Carrera Cívico-Militar ‘Cuna de la Legión’, que se ha caracterizado por el mal tiempo reinante, que ha hecho que la prueba haya tenido tintes épicos en muchos momentos por las duras condiciones meteorológicas y del terreno, especialmente la segunda parte del recorrido.
Hasta el primer paso por las Murallas Reales –final para los corredores a pie de 20 kilómetros- el tiempo más o menos ha respetado, pero desde el acuartelamiento del Serrallo en adelante, por donde han transcurrido tanto la prueba a pie de 50 kilómetros como la de bicicleta de montaña, la situación se ha complicado y mucho. Ha llovido con intensidad en muchos tramos, el viento ha soplado cada vez con más fuerza –con ráfagas huracanadas- y especialmente el barro acumulado en el terreno han dibujado un panorama desolador. Un auténtico día de perros en el que el coraje y el sacrificio de los participantes han tenido que salir a relucir para poder concluir la carrera.
Tan peligrosas condiciones han provocado varias caídas, sobre todo de ciclistas, con daños de diversa consideración, en algunos casos fracturas.
Esas difíciles condiciones también han puesto a prueba a los organizadores, que han estado a altura esperada, salvo pequeños errores. Los participantes también han agradecido el apoyo de los casi 400 legionarios repartidos por el recorrido, que no han parado de alentar a los deportistas a su paso.