Los palistas ceutíes del Club Los Delfines y de la selección española Juan González Granados y José Luis Gómez han decidido dejar el piragüismo ante la falta de oportunidades al verse taponados en su progresión en el equipo nacional debido a la extraordinaria generación que les precede y les cierra las puertas de los Juegos Olímpicos. Pese a sus destacados resultados europeos y mundiales, cuelgan la pala.
Campeones del mundo en K2-500 (Rodrigo Germande y Marcus Cooper) y subcampeones en K2-200 (Cristian Toro y Carlos Garrote) y K4-500 (Germade, Toro, Garrote y Cooper). Oro olímpico en K1-1.000 (Cooper) y K2-200 (Toro y Saúl Craviotto)... El piragüismo español -mejor selección masculina de kayak en los pasados Mundiales- vive un momento histórico. Lideró el medallero nacional en Río 2016 y las perspectivas de cara a Tokio 2020 son extraordinarias. Pero, como publicaba días atrás el diario ‘Marca’, la moneda del éxito también tiene su cruz.
Esa cruz la representan seis piragüistas menores de 24 años -entre ellos los ceutíes González y Gómez- que han dejado el piragüismo entre 2016 y 2017, todos campeones de Europa, del mundo y diplomas olímpicos. Gabriel Pavón, Javier Cabañín, Oscar Carrera y Diego Cosgaya son los otros palistas que, como los caballas, han decidido tirar la toalla. Todos poseen un extraordinario palmarés, pero no logran abrir las puertas de los Juegos.
González: “Trabajando en el Decathlon se gana el doble”
Juan González Granado, tres veces campeón mundial en categorías inferiores, vivía de una beca de 550 euros mensuales, la máxima a la que puede aspirar un sub 23. Tenía la esperanza de que tras Río 2016 se le abriera la puerta del K4, pero los sub 23 no pudieron optar a las pruebas de un equipo que está casi decidido. "Cuando vi que Roi Rodríguez y Javier Cabañín se quedaban fuera me dije: estoy perdiendo el tiempo", explica en declaraciones a ‘Marca’ el palista ceutí, a punto de cumplir 24 años.
Le esperaba otro ciclo aspirando, como mucho, a 550 euros mensuales. "Cualquiera trabajando en el Decathlon gana el doble y tiene más tiempo para estudiar", lamentaba González Granado, que se prepara para ser policía.
Granado no tiene reproches hacia la Federación y admite que le ha tocado "una generación brutal" contra la que actualmente no puede competir, pero advierte que si no se hace algo para motivar a los jóvenes llamados a llegar a París 2024, estos podrían quedarse por el camino. Como le ha ocurrido a él.
Gómez: “No puedo seguir dándome cabezazos”
La misma situación la comparte su compañero de selección y paisano José Luis Gómez, que también prepara oposiciones para la Policía Nacional. “Me he dado una pausa hasta que apruebe las oposiciones porque no tengo tiempo y no merece la pena luchar por algo que no se puede conseguir porque hemos coincidido con la mejor etapa del piragüismo español. A los más pequeños nos cierran las puertas todo el rato y es una tontería seguir estrellándonos contra la misma pared. Si el año que viene apruebo, lo retomaría, pero una vez que tenga algo fijo. Mientras no puedo seguir dándome cabezazos”, se lamenta, en declaraciones a Ceuta Deportiva, Gómez, de 20 años y subcampeón del mundo sub'23 y campeón de Europa en K1-200.
Lo que está ocurriendo actualmente en España ha pasado siempre en Alemania y Hungría, históricos dominadores de la disciplina, según ha dicho a ‘Marca’ Ekaitz Saies, director técnico de la Federación. Al expalista le "duelen muchísimo" los abandonos de los chicos, pero asegura que no puede hacer mucho más de lo que hace. Estos jóvenes tienen por encima a medallistas mundiales u olímpicos que, además, también son jovencísimos. "Entiendo sus razones. Lo dramático es que no tengan apoyo económico para labrarse un futuro", lamenta.
“No hay dinero para todos”
Según otra información publicada por el diario ‘El Mundo’, la Federación Española de Piragüismo argumenta que los deportistas conocen los criterios para recibir las becas federativas y que la cuantía ha aumentado de 95.000 euros a 253.000 en menos de una década, allí donde no llegan las ADO, las más importantes dirigidas a los olímpicos, y las Podium. "Lo siento mucho por ellos. Yo también he sido deportista y sé que cuando no consigues los resultados se te cae todo encima. Tenemos las cuentas muy bien organizadas, pero no hay dinero para todos", explica el presidente de la RFEP, Juan José Román.
El plan de viabilidad del Consejo Superior de Deportes, que ayudó a decenas de federaciones a dejar atrás la quiebra técnica en los años más duros de la crisis, limita ahora su actuación y obliga a acabar las temporadas con beneficios. "Hay mucha gente en la élite, pero no todos tienen salida porque hay mucha rivalidad. Morimos de éxito", lamenta.
Subvención de la Ciudad
Los 160.000 euros de subvención que la Ciudad otorgó al Club Delfines el pasado año tampoco parecen ayudar lo suficiente para que los palistas de Ceuta sigan en la élite. Ni eso ni el compromiso del actual consejero de Deportes, Emilio Carreira, quien en una de sus contadas apariciones relacionadas con el área visitaba hace un par de meses las instalaciones del Centro de Tecnificación que el Club Los Delfines en el pantano del Renegado y manifestaba el interés del Gobierno de la Ciudad en seguir apostando por el piragüismo, que tantos éxitos está dando al deporte ceutí. “Vais a seguir contando con todo nuestro apoyo y respaldo”, dijo entonces el consejero.
Una lastima porque seguramente con una subvencion digna y el empeño que seguro que les sobra hubieran llegado mas lejos aun.
Suerte campeones.
Lo dejan por la falta de ayudas de este gobierno del Sr. Vivas