Diego Rodríguez considera el Campus organizado por Nayim "fantástico" y entiende que "a estas edades lo importante es que el niño se divierta, porque la idea es formar personas, y el que tenga ese don, o esas cualidades para jugar al fútbol que las desarrolle con el paso del tiempo, pero lo principal es inculcar unos valores a través del fútbol. Con estos niños se necesitan educadores, más que entrenadores".
El ex jugador tinerfeño visitó el Alfonso Murube con la elástica del Dos Hermanas, después de estar a punto de fichar por la AD Ceuta en 1999 con 39 años. "Había jugado en el Tenerife, Betis, Sevilla y Albacete, ya tenía una edad y al final decidí quedarme en casa con la familia. Fiché por el Dos Hermanas en Tercera División, subimos a Segunda B donde estuvimos tres años... El fútbol es muy bonito y desde pequeño ha sido muy pasión; en un Campus le inculcas a los chavales que hagan deporte, una vida sana, se relacionen entre ellos y disfruten".
Jugó en el Betis y el Sevilla
Diego vistió las camisetas del Real Betis y el Sevilla FC dejando huella en los dos equipos, aunque algunos béticos criticaron que fichara por el eterno rival. El tinerfeño reconoce que "soy más sevillista, pero también tengo unos recuerdos enormes del Real Betis. Estuve siete años en esa entidad en la que me han respetado y querido. Todo el mundo no ha tenido la oportunidad de jugar en los dos equipos de Sevilla. Soy una persona agradecida y todos los recuerdos son gratos".
Cuando colgó las botas con 42 años, Diego Rodríguez empezó una etapa como entrenador en el Sevilla C pasando al Sevilla Atlético, equipo que dirigió en la 09-10 hasta que fue sustituido por Ramón Tejada. "Tengo una escuela de fútbol en Sevilla que empieza en septiembre con niños entre 5 y 12 años. ¿Volver a entrenar? Es complicado, pero si sale algo interesante podría volver a sentarme en un banquillo. Yo no puedo vivir sin el fútbol y también es muy gratificante ayudar a los más pequeños, en un futuro si tienen cualidades algunos pueden llegar lejos".