El veterano piragüista ceutí Antonio Peña (60 años), que la semana pasada sumaba un nuevo éxito a su palmarés tras conseguir subir al podio en los Campeonatos de Europa de la modalidad de maratón, en Portugal, se lamenta en esta entrevista de los problemas que sigue teniendo para entrenarse en su ciudad, donde tiene vetada la entrada al pantano del Renegado. Peña, que compite con el CP Triana de Sevilla, no se rinde.

¿Cómo fue esa prueba de K-2 60-64 años en la que conseguiste la medalla de bronce junto a Máximo Vela?

Fue bastante bien. Aunque nunca hemos remado juntos, la verdad es que salió bastante bien.

Y en la prueba individual te quedaste muy cerca del podio…

Pues sí, quedé cuarto. Tuve un problema en el porteo, a la hora de montarme me caí al agua y mientras que vaciaba la piragua y me puse en marcha, el tercero se me escapó.

Este año has sido cuarto en el Campeonato de España de Fondo, campeón de Andalucía de maratón, ahora tercero en el Europeo… ¿Esperabas conseguir tan buenos resultados?

Vamos tirando poco a poco con el esfuerzo que hacemos y lo poco que puedo entrenar, porque tengo muchos problemas y no estoy en las condiciones que están otros. Me encuentro muchas veces en las pruebas en inferioridad con respecto a los demás.

¿Cuál es el secreto para mantenerse tan en forma con 60 años?

Tengo mucho tiempo libre y trato de aprovecharlo para entrenar mucho. Hago bicicleta, gimnasia, piragua... Eso es todo, no hay ningún secreto, sólo mucho entrenamiento.

En pruebas como el Europeo el nivel debe ser muy alto, ¿no?

Pues la verdad es que sí. En el K-1, había un británico que era una máquina. Yo iba tercero todo el tiempo hasta que me caí en el porteo, pero podía haber quedado hasta segundo porque iba muy bien. Perdí dos minutos en la caída y así un barco se te va 200 o 300 metros.

¿Por qué compites con el Club Piragüismo Triana?

Porque aquí, en Ceuta, los veteranos no tenemos posibilidad ninguna. No nos dejan ni entrenar en el pantano del Renegado, que dicen que está muy masificado, cuando sólo somos cinco amigos. Y los contenedores del pantano del Infierno nos han dicho que los tenemos que quitar porque hay unos señores que son los dueños del terreno y que han dicho que nos tenemos que ir. Hemos hablado con Confederación para que nos permitan meternos arriba, en el Renegado, pero de momento estamos esperando. El año pasado corrimos con Los Barrios y ahora con el Triana porque aquí no nos dejan.

¿Por qué estás vetado en el Renegado, que depende de Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, donde sí se permite remar la mayoría de piragüistas de la ciudad?

No sé lo que tienen contra mí. Yo nunca me he peleado ni he tenido follones con nadie, nunca he hecho nada malo a nadie. Al revés, he ayudado mucho cuando he estado en el Club Los Delfines y no sé por qué estamos todos los veteranos en esta situación de tener que irnos fuera en vez de estar aquí, que es donde queremos estar. Es una pena que no se pueda hacer un trabajo con los veteranos, que somos los que estamos dando el nombre a la ciudad, como cuando éramos jóvenes y teníamos un equipazo. Luis Castillo, Tirado, Johny, Fernando Portillo, Martín Vázquez Javi Ortega… Siguen remando y ninguno pertenece a un club de Ceuta. No sé que hemos hecho que nos quieren ni ver.

Dices que no te permiten entrar en el Renegado porque está masificado. ¿No cabe un palista más o un grupo reducido como el vuestro?

Por lo visto uno más puede provocar accidentes, cuando allí en verdad reman doce o quince personas cada día, salvo cuando van las escuelas, que son tres día a la semana. Aparte de que hay unos horarios que se pueden alternar para poder remar todos. Pero algunos nos han puesto en la lista negra.

¿No tiene esto solución?

Eso es lo que quiero. Cuando voy a remar por ahí fuera acuso el estar solo todo el año porque algunos se hayan cerrado en banda sin motivo. Les pediría a los políticos que hagan hincapié para que mis compañeros y yo podamos entrenar en el Renegado y que se acaben los malos rollos que tienen algunas personas. Repito que no sé qué ha podido pasar para que yo no pueda remar en el pantano.

Pese a todo, no tiras la toalla…

No van a conseguir aburrirme. Voy a seguir con más fuerza que nunca. Me voy a comprar un barco en condiciones para poder competir con más garantía y practicar más en serio si cabe y con más ganas. Y, por favor, que nos echen una mano los políticos o quien sea.